jueves, diciembre 12, 2013

Esto es una despedida

Sentado en la terraza o el balcón,
de cara a la velocidad misma del movimiento
del atardecer y la sombra que se posa sobre las cosas
como un gigante invisible pero oscuro que se acuesta,
el naranjo del adiós se mete lentamente entre los edificios pintando murallas,
cortinas, los vidrios sucios.

Tendido sobre el suelo,
vi tu rostro muy cerca mío,
te estaba besando,
mirándonos como cuando congelábamos el tiempo,
a esa distancia tus ojos son mas hermosos aún,
te separaste un poco,
sonreíste y el viento se metió entre nosotros y tu pelo se levantó,
el desierto, de fondo con los tonos rojos del mismo atardecer.
Te alejaste dando unos pasos en cámara lenta y giraste,
sonreías, estábamos en paz,
imaginé que te amaba, que te amé durante tanto tiempo,
que fuimos papás.
Te veías tan joven, pero te ibas,
este era nuestro último momento juntos,
este era el adiós,
que extraño, sentí que irías sonriendo por la vida,
que entregarías tu amor, tu cuerpo,
esa mirada a otro como algún día me la entregaste a mi,
no eres mía,
no eres mía y tomamos nuestras manos y las separamos suavemente,
rozando nuestras palmas con nuestros dedos,
fue tan familiar,
lo sentí familiar,
como el nocturno sonido del mar,
y mientras pensaba que quería que fuera eterno nuevamente te alejaste,
tu cuerpo se alejo,
esto es una despedida,
eres feliz.

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