jueves, diciembre 12, 2013

Esto es una despedida

Sentado en la terraza o el balcón,
de cara a la velocidad misma del movimiento
del atardecer y la sombra que se posa sobre las cosas
como un gigante invisible pero oscuro que se acuesta,
el naranjo del adiós se mete lentamente entre los edificios pintando murallas,
cortinas, los vidrios sucios.

Tendido sobre el suelo,
vi tu rostro muy cerca mío,
te estaba besando,
mirándonos como cuando congelábamos el tiempo,
a esa distancia tus ojos son mas hermosos aún,
te separaste un poco,
sonreíste y el viento se metió entre nosotros y tu pelo se levantó,
el desierto, de fondo con los tonos rojos del mismo atardecer.
Te alejaste dando unos pasos en cámara lenta y giraste,
sonreías, estábamos en paz,
imaginé que te amaba, que te amé durante tanto tiempo,
que fuimos papás.
Te veías tan joven, pero te ibas,
este era nuestro último momento juntos,
este era el adiós,
que extraño, sentí que irías sonriendo por la vida,
que entregarías tu amor, tu cuerpo,
esa mirada a otro como algún día me la entregaste a mi,
no eres mía,
no eres mía y tomamos nuestras manos y las separamos suavemente,
rozando nuestras palmas con nuestros dedos,
fue tan familiar,
lo sentí familiar,
como el nocturno sonido del mar,
y mientras pensaba que quería que fuera eterno nuevamente te alejaste,
tu cuerpo se alejo,
esto es una despedida,
eres feliz.

martes, octubre 15, 2013

La virgen me mira desde el muro, Como el primer día, Su bondad, la idea repetida de que el tiempo no pasa. La magia de las letras juntas, las palabras. Son sentimientos diarios y Trato de limpiarlos con la respiración. Cuando los ignoro, vuelven con mas fuerza. Como olas o Pulsaciones de vómitos que destruyen mi cara. Nos conocemos de memoria, nos insultamos como desconocidos. Si bien eres mas viejo, Aun te temo, El temor que conozco, Que me enseñaste a conocer, Se activa con tu voz, y esto es para la risa.

sábado, agosto 31, 2013

Una especie de yo creador me habla en las mañanas.
Cuando leo el diario.
Me exige y me demanda.
Me pregunta porque lo he abandonado.
Sensación de eternidad se apodera de mi.
Tengo que parar de leer.

domingo, julio 21, 2013

Es el deseo de tu piel el que me baja por la guata Como una comida liquida Llena el vientre Se hincha y explota en el calor de tus pies y manos. Son los pequeños ojos cafés, La vida que va aumentando, Como el agua que llena un vaso. Algún día tendremos que despedirnos para siempre, Algún día, En un terminal de algo, Tu partirás o yo partiré, Y seremos recuerdo,, el olor de tu pelo,, mi olor será recuerdo La carne viva de tus brazos Tu pecho hinchándose al llenarse de aire, El calor de tu cuerpo pegado al mío, como imágenes, película, cine.

domingo, mayo 05, 2013

En la plaza las caras son tristes, los padres y los celulares, pantallas que brillan en los ojos, como pequeñas luciérnagas en un frasco de vidrio, entre acá y no se donde, la vista adelante, donde te vas?, Trato de estar. Quiero estar. Espejos en mi cara dibujan mi rostro anciano y calvo. dibujan mis palabras, éxitos y mas fracasos, me odio por esto, ridículo pobre hombre preso de la imagen.

jueves, mayo 02, 2013

Espacio de hoy, un poema, la cabeza al amanecer, la luz tras las cortinas, otro día más. No hay razón para dudar, no hay cambio, no como en el lago gris metálico, que no deja de respirar y ronronear entre los cerros, llenos de vida y verde y agua. Soy pequeño, y somos todos, no tu manos, no tus pies, tan lejos ahora, tan cerca cada noche, es el olor del tiempo, el paso y las canas incrustadas en las arrugas cuando sonrío.

jueves, marzo 28, 2013

super-ravo

Salí caminando en dirección al supermercado, el efecto somnoliento del ravotril le daba a la calle un carácter 3D extraño, el viento moviendo los arboles un poco mas lento y el sol lateral de la tarde tiñendo las ramas de color naranjo al igual que las cabezas y cuerpos de las personas que iban por ahí. En el supermercado compré cuatro cosas que tenia que tener en la casa esa noche, queso de cabra, huevos, tomates, un "chapsui" de verduras y unos vasos cantineros a dosmilnuevenoventa, es un supermercado pequeño, emplazado en la parte de abajo de un caracol por lo que nada es muy armónico, los pasillos son pequeños, esta todo apretado. Estoy en la fila, con mi carro, de pronto llega una mujer joven, una mina, en sus brazos cursados lleva dos cajas de cereales mas otras cosas, todo amontonado, mira la caja-cajera, mira la fila, me ve a mi, después de un segundo me pregunta si puede compartir el carro conmigo, yo no lo pienso mucho y le digo, claro, por supuesto, con una de mis manos abro esa parte para los niños que tienen los carros de supermercado, pensando que en ese lugar podría poner sus cosas, ella dice, las pongo ahí?, yo digo, yo creo, o si quieres ponlas abajo, ella dice, no, esta bien (tiene un acento medio caribeño) las pongo ahí. Era de mediana estatura, usaba unas patas negras y tenia puesto una especie de camisa media transparente de un color anaranjado que permitían verle un poco la espalda y la guata, era de cara angulosa pero atractiva, un aire de Meryl Streep joven, le pregunte , de donde eres?, de Colombia me respondió sacándose el pelo rubio de la cara mientras avanzaba en la parte delantera del carro. Y hace mucho que estas en Chile?, pregunte, siete meces, vine a estudiar, empiezo en Marzo, al decir marzo arrastro un poco la o, igual me a costado un mundo instalarme, por que? pregunto, la gente chilena es desconfiada, demasiado, ella empuja el carro desde la parte de adelante por el pequeño espacio…. pero ahora estoy feliz, mientras habla comienza a entregarle sus cosas a la cajera, me puse a vivir con una amiga, que buena, le respondo, amiga Colombiana?, no, me dice ella, sonriendo, tenia linda sonrisa, no Chilena, una amiga que conocí en el yoga, bueno, le digo, el yoga es un buen lugar para conocer gente, me sonríe nuevamente mientras termina de poner sus cosas en la bolsa, si, es un buen lugar, bueno, me dice, a ver si nos vemos un día por acá, si, le digo yo, a ver si nos vemos de nuevo, me mira un segundo mientras se aleja con la bolsa tomada con las dos manos y su bolso colgando de un hombro, tienes un numero? me dice, si, claro, digo yo, tienes un bolígrafo? le pide a la chica que estaba ayudando a embolsar lo que yo estaba comprando, ella la mira y se toca los bolsillos de los pantalones moviendo negativamente la cara, sin decir nada, yo digo, pero tu dame el tuyo, ella me mira y dice ok, yo saco mi teléfono y anoto el numero. Bueno chao, chao, la veo alejarse y detenerse en la puerta a decirle algo a una señora mayor, 12500 me dice la cajera, saco los billetes de mi bolsillo y pago, vuelvo a mirar y ya solo hay muchas personas caminando de un lado a otro, tomo mis bolsas, creo que son muchas y tengo que caminar dos cuadras, pienso en ella, algo de nervio recorre mi cuerpo, supongo que es posibilidad de llamarla, pienso en su juventud y en mis 20 años de casado.