jueves, marzo 28, 2013

super-ravo

Salí caminando en dirección al supermercado, el efecto somnoliento del ravotril le daba a la calle un carácter 3D extraño, el viento moviendo los arboles un poco mas lento y el sol lateral de la tarde tiñendo las ramas de color naranjo al igual que las cabezas y cuerpos de las personas que iban por ahí. En el supermercado compré cuatro cosas que tenia que tener en la casa esa noche, queso de cabra, huevos, tomates, un "chapsui" de verduras y unos vasos cantineros a dosmilnuevenoventa, es un supermercado pequeño, emplazado en la parte de abajo de un caracol por lo que nada es muy armónico, los pasillos son pequeños, esta todo apretado. Estoy en la fila, con mi carro, de pronto llega una mujer joven, una mina, en sus brazos cursados lleva dos cajas de cereales mas otras cosas, todo amontonado, mira la caja-cajera, mira la fila, me ve a mi, después de un segundo me pregunta si puede compartir el carro conmigo, yo no lo pienso mucho y le digo, claro, por supuesto, con una de mis manos abro esa parte para los niños que tienen los carros de supermercado, pensando que en ese lugar podría poner sus cosas, ella dice, las pongo ahí?, yo digo, yo creo, o si quieres ponlas abajo, ella dice, no, esta bien (tiene un acento medio caribeño) las pongo ahí. Era de mediana estatura, usaba unas patas negras y tenia puesto una especie de camisa media transparente de un color anaranjado que permitían verle un poco la espalda y la guata, era de cara angulosa pero atractiva, un aire de Meryl Streep joven, le pregunte , de donde eres?, de Colombia me respondió sacándose el pelo rubio de la cara mientras avanzaba en la parte delantera del carro. Y hace mucho que estas en Chile?, pregunte, siete meces, vine a estudiar, empiezo en Marzo, al decir marzo arrastro un poco la o, igual me a costado un mundo instalarme, por que? pregunto, la gente chilena es desconfiada, demasiado, ella empuja el carro desde la parte de adelante por el pequeño espacio…. pero ahora estoy feliz, mientras habla comienza a entregarle sus cosas a la cajera, me puse a vivir con una amiga, que buena, le respondo, amiga Colombiana?, no, me dice ella, sonriendo, tenia linda sonrisa, no Chilena, una amiga que conocí en el yoga, bueno, le digo, el yoga es un buen lugar para conocer gente, me sonríe nuevamente mientras termina de poner sus cosas en la bolsa, si, es un buen lugar, bueno, me dice, a ver si nos vemos un día por acá, si, le digo yo, a ver si nos vemos de nuevo, me mira un segundo mientras se aleja con la bolsa tomada con las dos manos y su bolso colgando de un hombro, tienes un numero? me dice, si, claro, digo yo, tienes un bolígrafo? le pide a la chica que estaba ayudando a embolsar lo que yo estaba comprando, ella la mira y se toca los bolsillos de los pantalones moviendo negativamente la cara, sin decir nada, yo digo, pero tu dame el tuyo, ella me mira y dice ok, yo saco mi teléfono y anoto el numero. Bueno chao, chao, la veo alejarse y detenerse en la puerta a decirle algo a una señora mayor, 12500 me dice la cajera, saco los billetes de mi bolsillo y pago, vuelvo a mirar y ya solo hay muchas personas caminando de un lado a otro, tomo mis bolsas, creo que son muchas y tengo que caminar dos cuadras, pienso en ella, algo de nervio recorre mi cuerpo, supongo que es posibilidad de llamarla, pienso en su juventud y en mis 20 años de casado.

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