jueves, julio 07, 2005

S.D.A. o la pérdida de la memoria (capitulo 7)

Viene de S.D.A. o pérdida de la memoria 6ta parte publicado en www.lavidaraciente.blogspot.com.

La enfermera se volteo un poco extrañada al escuchar el exagerado celo por que esa puerta no se abriera más. Elmias, loco de mierda, pensó y siguió su camino por un pasillo lleno de puertas con pequeñas ventanitas en la parte superior, un tanto oscuro, que al final tenia un gran ventanal que era el único lugar por donde entraba la luz. Como un péndulo perfecto y flexible su cintura se doblaba de un lado y hacia el otro con cada uno de sus livianos pasos, de pronto se detuvo frente a la ventana de una puerta, con una de sus manos tapó el reflejo y miró al interior, acto seguido reviso una ficha que colgaba a un lado de la puerta. Entro.

Mientras, al interior de la pieza….

Elmias escúchame, puedo ser muchas cosas pero loco no estoy, solo no recuerdo nada, automáticamente lleve una de mis manos a los dedos de mi otra mano, al tacto y sin mirar me di cuenta de que el anillo ya no estaba, en lo primero que pensé fue en la enfermera, me había robado mi anillo?, la muy puta, toda esa buena onda, ese cariño en el pelo, ere remolineo y ronroneo, en fin, volvía a estar solo, Elmias me miraba como esperando una respuesta, su lerdo y gigante cuerpo se balanceaba en su estado de reposo, miraba mis manos y casi sonreía, era como un robot esperando una orden, its alive, its alive!!, que dishes? Por fin, de su gigante cuerpo una aguda voz salió, nada, solo vino a mi mente una antigua película de terror filo, que película? a mí me encanta el cine y las películas, Elmias metió su mano al bolsillo y extrajo un pequeño frasco lleno de píldoras naranjas, desenrosco la tapa mirándome sonriente, golpeo la superficie superior y abierta sobre su mano y dos de esas pastillas rodaron sobre su palma.

- Tomate esto.
- Que son….
- Son unas pastillas que te harán sentir mejor
- No me digas, pero que pastillas dime (de pronto me sentí un experto en pastillas)
- Las naranjitas…es la hora de las naranjitas.
- Elmias, las naranjitas? (mi voz se agito), las naranjitas no existen, dime el nombre, el laboratorio….
- Las naranjitas, tu tómalas no mas no preguntes tanto yo soy MEDICO…que te importa el laboratorio, o el nombre, quieres recordar verdad?. Por algo estudie todo lo que estudie, tu no…..

Elmias se acerco peligrosamente a mí, recordé lo del lanzamiento de humanos y todo eso, mire la ventana llena de barrotes, tras la ventanita de la trancada puerta circulaban algunas personas como siluetas para aya y para acá sin prestar atención a lo que ocurría aquí adentro. Salte detrás de la camilla y me sorprendió mi buen estado físico, es decir hace algún rato no me podría haber movido, Elmias ya no sonreía como antes ahora con una mano me empujaba hacia atrás con todo y camilla para apresarme contra la muralla supongo, y con la otra sostenía cuidadosamente las dos pastillitas naranjas tratando de no perderlas, el muy cabrón, en otra esquina del cuarto había una puerta ciega, que debería dar a otra pieza pensé, solté la camilla, Elmias perdió el equilibrio por un instante, alcance a escuchar el clic clic de las pastillas contra el suelo plástico, corrí al otro extremo de la pieza, gire la chapa de la puerta sin llave, pase al otro lado oscuro, cerré la puerta, puse la llave, apoye mi frente sobre una madera húmeda, me sentí cansado por el gasto de energía, percibí un hedor impresionante, vomité sobre mis pies, no veía nada y todo olía a rayos…

Continua en www.lavidareciente.blogspot.com

No hay comentarios.: