martes, septiembre 20, 2005
Ley de Kerouac oculta aplicable a todo.
-No digas tonterías, hombre, sé perfectamente que no has venido a verme exclusivamente por que quieras ser escritor, y además lo único que sé de eso es que hay que dedicarse a ello con la energía de un adicto a las anfetas
viernes, septiembre 16, 2005
miércoles, septiembre 14, 2005
Ley de Lola.
Qué onda
Toda esta moda de las embarazadas anoréxicas. No da un carajo man, ni ahí. Rescátense, pelotudas. Rescaten a sus hijos aunque sea.
Forras, todas forras.
Toda esta moda de las embarazadas anoréxicas. No da un carajo man, ni ahí. Rescátense, pelotudas. Rescaten a sus hijos aunque sea.
Forras, todas forras.
martes, septiembre 13, 2005
Ley del amigo 1.
Llegue del aeropuerto mas menos cansado, no veía a Hernán desde que partió a España y hoy volvía con su nueva novia. Yo casi no había dormido, la filmación se había alargado como de costumbre y apenas tuve un momento para pasar al departamento y darme una ducha.
Hernán en santiago no tenía a nadie, sus padres vivían en Buenos Aires y su hermana estaba casada con un tipo con el que realmente no se entendía. Se quedarían en mi casa por un tiempo, una semana o dos máximo. Mirando las personas, sabía que tenía que toparme con el, era cuestión de tiempo, en un momento una persona se corre y aparece, lo veo.
Parece mas flaco, de pelo mas largo, a su lado una mujer no muy alta, con algo como unos pasajes en las manos le dice algo, el se voltea, se acerca, la mira, le habla algo que indica con sus manos en los papeles que ella tiene, luego se acerca a la huincha que entrega las maletas, ella se queda atrás, esta de lado, la polera de manga corta verde milico le queda bien, deja algo de guata al aire, los levis perfectos, se voltea y en la parte baja de la espalda se le forman dos pequeños hoyitos, se acerca a la gente a tomar una mochila gigante, de pronto los dos vienen caminando, están frente a mi, Hernán me saluda, yo lo saludo, ella sonríe y se acerca a el. Escondiéndose.
En mis manos tenia los pasajes, yo creía que esa no era la huincha donde debíamos sacar nuestros bolsos, no correspondían los números, que se yo, había habido una cambio que yo no escuche entre tantas instrucciones e indicaciones, se me fue.
Nuestras cosas salieron igual y una vez más Hernán tenía la razón. Me quede atrás, el calor del verano Santiaguino me llegaba por el lado, el calor de la noche de Santiago se colaba por algún lado del edificio y me llegaba como pequeña brisa.
Aparecieron los bolsos, de pronto estábamos caminando hacia la puerta, mucha gente esperando mucha gente, la noche con luces detrás, entre las personas alguien hace un gesto, un gesto que responde Hernán, tenias polera gris de manga corta y sobre ella una camisa abierta, llevabas jeans y unas chalas condorito, nunca voy a olvidar esa imagen tuya en el aeropuerto, saludando, impresionándote conmigo. Me escondí detrás de Hernan, un poco intimidada.
Hernán en santiago no tenía a nadie, sus padres vivían en Buenos Aires y su hermana estaba casada con un tipo con el que realmente no se entendía. Se quedarían en mi casa por un tiempo, una semana o dos máximo. Mirando las personas, sabía que tenía que toparme con el, era cuestión de tiempo, en un momento una persona se corre y aparece, lo veo.
Parece mas flaco, de pelo mas largo, a su lado una mujer no muy alta, con algo como unos pasajes en las manos le dice algo, el se voltea, se acerca, la mira, le habla algo que indica con sus manos en los papeles que ella tiene, luego se acerca a la huincha que entrega las maletas, ella se queda atrás, esta de lado, la polera de manga corta verde milico le queda bien, deja algo de guata al aire, los levis perfectos, se voltea y en la parte baja de la espalda se le forman dos pequeños hoyitos, se acerca a la gente a tomar una mochila gigante, de pronto los dos vienen caminando, están frente a mi, Hernán me saluda, yo lo saludo, ella sonríe y se acerca a el. Escondiéndose.
En mis manos tenia los pasajes, yo creía que esa no era la huincha donde debíamos sacar nuestros bolsos, no correspondían los números, que se yo, había habido una cambio que yo no escuche entre tantas instrucciones e indicaciones, se me fue.
Nuestras cosas salieron igual y una vez más Hernán tenía la razón. Me quede atrás, el calor del verano Santiaguino me llegaba por el lado, el calor de la noche de Santiago se colaba por algún lado del edificio y me llegaba como pequeña brisa.
Aparecieron los bolsos, de pronto estábamos caminando hacia la puerta, mucha gente esperando mucha gente, la noche con luces detrás, entre las personas alguien hace un gesto, un gesto que responde Hernán, tenias polera gris de manga corta y sobre ella una camisa abierta, llevabas jeans y unas chalas condorito, nunca voy a olvidar esa imagen tuya en el aeropuerto, saludando, impresionándote conmigo. Me escondí detrás de Hernan, un poco intimidada.
Ley de Hombresh.
"el final...el final dejemoselo al guión"
Frente a la pregunta ¿y el final?, durante minicasting dirigido del personaje de Gabriel.
Frente a la pregunta ¿y el final?, durante minicasting dirigido del personaje de Gabriel.
domingo, septiembre 11, 2005
Ley de R. Girard.
El ser Humano sólo desea aquel objeto que ya ha sido deseado por alguien anteriormente. Por ende, el deseo siempre sería triangular.
René Girard, filósofo.
René Girard, filósofo.
Las preguntas de C. (1)
La C. me mira mijo a los ojos, estamos en un almuerzo de amigos, los demás conversan fuerte, te cague tu juventud?, que?, le pregunto creyendo no entender bien sus palabras, que?, que si te CAGUE tu juventud?, la mesa entra en un silencio expectante, por que dices eso?, por que me tuviste a los 19 años..
Por primera vez hablamos del tema tantas veces visitado, hablamos de los orígenes de nuestra historia familiar, de los momentos antes, de los llantos, de los cariños.
Vuelvo al lugar común, que estas demasiado grande, la niña se va y nuevamente siento que el tiempo se me escapa de las manos, mudo,
es tu independencia lo que me asusta.
Por primera vez hablamos del tema tantas veces visitado, hablamos de los orígenes de nuestra historia familiar, de los momentos antes, de los llantos, de los cariños.
Vuelvo al lugar común, que estas demasiado grande, la niña se va y nuevamente siento que el tiempo se me escapa de las manos, mudo,
es tu independencia lo que me asusta.
Carta de un padre a su hija con respecto al día en el que supo que ella venia el mundo, años después.
Ana:
Yo estaba en primer año de universidad, estudiaba Teatro en la Universidad Chile, con la Julia la verdad no estábamos muy bien y creo que fuiste concebida en una de nuestras reconciliaciones.
El día en que supe que tu ibas a nacer yo estaba en casa estudiando con un compañero, había que ir a buscar el examen de embarazo a una clínica en las condes cerca de La Escuela Militar, ya lo sospechábamos mucho, la Julias no se enfermaba y eso era mas que raro en ella, que era como un reloj para la regla, durante la tarde le dije a mi amigo que iba y volvía, no recuerdo si me junte con la Julia o la fui a buscar para ir al centro de exámenes.
Por otro lado mi padre había tenido un percance automovilístico cerca de Rapel, creo que su auto se había incendiado, o fundido, un escarabajo, algo muy extraño, mi madre fue a buscarlo por lo que en la casa no había nadie más que yo y mi hermana menor y mi amigo. Por un momento solo estuvieron mi hermana menor y mi amigo.
El examen, como debes sospechar, decía que la Julia estaba embarazada de algunas semanas, recuerdo el sobre blanco, las instrucciones inentendibles, los datos, los números, los porcentajes, que quieres que te diga, no fue un momento fácil, tuvimos miedo.
Lloramos un rato al interior del auto, sin saber que hacer, por una vez pensé en el aborto pero fue su mirada lo que me hizo olvidar de inmediato esa idea, nunca más se volvió a mencionar.
En el Fiat 147 lleve a la Julia a su casa, ella tenia miedo de sus padres y lloro todo el camino.
Volví a mi casa destruido, le conté a mi amigo, que no supo que decirme, mil películas se me pasaban por la cabeza, estaba en estado de shock, llego la noche, sentí a padres, salí a abrir la puerta, mi madre me vio y yo la vi a ella a contraluz, mi padre estaba pagando la grúa que los había traído a santiago, mi madre se acerca y me pregunta que me pasa, yo lloro y le digo que la Julia esta embarazada, ella me abraza con fuerza, mi padre nos mira cara de preocupación, mi madre lo mira y le hace un gesto de guata de embarazo, mi padre se acerca y nos abraza a los dos, después a mi, no recuerdo si me dijo algo o no, solo recuerdo su tremendo cariño. El de ambos.
Después dentro de la casa me preguntó que quería hacer, si quería tenerte o no?. Hasta ese momento, este debió ser uno de los momentos más importantes en mi vida, por lejos. Otro sería el día que naciste. Con la Julia seriamos padres. Con la Julia, mi amor de infancia. A nuestro tiernos 19 años.
Creí importante contarte esto, no había tenido el valor de decírtelo, por miedo seguro, por miedo a que sintieras que no te queríamos tener, que no te queríamos traer a este mundo, criarte, cuidarte, verte crecer. Por miedo a que tú sufrieras. Por evitar el sufrimiento. Si bien es cierto que fue una sorpresa, un cambio, no en el momento preciso, desde los primeros momentos te esperamos con ganas y amor, construimos cariño a tu alrededor, vivimos juntos, fuiste un centro, lo eres y verte grande hoy, sentir el tiempo, es raro.
Como es raro escribir por primera vez lo que paso ese día, escribírtelo a ti.
También es cierto que así fue ese día para mi, no de otra manera.
Y aun las imágenes de ti chica no se van por completo, siguen repitiéndose
Yo estaba en primer año de universidad, estudiaba Teatro en la Universidad Chile, con la Julia la verdad no estábamos muy bien y creo que fuiste concebida en una de nuestras reconciliaciones.
El día en que supe que tu ibas a nacer yo estaba en casa estudiando con un compañero, había que ir a buscar el examen de embarazo a una clínica en las condes cerca de La Escuela Militar, ya lo sospechábamos mucho, la Julias no se enfermaba y eso era mas que raro en ella, que era como un reloj para la regla, durante la tarde le dije a mi amigo que iba y volvía, no recuerdo si me junte con la Julia o la fui a buscar para ir al centro de exámenes.
Por otro lado mi padre había tenido un percance automovilístico cerca de Rapel, creo que su auto se había incendiado, o fundido, un escarabajo, algo muy extraño, mi madre fue a buscarlo por lo que en la casa no había nadie más que yo y mi hermana menor y mi amigo. Por un momento solo estuvieron mi hermana menor y mi amigo.
El examen, como debes sospechar, decía que la Julia estaba embarazada de algunas semanas, recuerdo el sobre blanco, las instrucciones inentendibles, los datos, los números, los porcentajes, que quieres que te diga, no fue un momento fácil, tuvimos miedo.
Lloramos un rato al interior del auto, sin saber que hacer, por una vez pensé en el aborto pero fue su mirada lo que me hizo olvidar de inmediato esa idea, nunca más se volvió a mencionar.
En el Fiat 147 lleve a la Julia a su casa, ella tenia miedo de sus padres y lloro todo el camino.
Volví a mi casa destruido, le conté a mi amigo, que no supo que decirme, mil películas se me pasaban por la cabeza, estaba en estado de shock, llego la noche, sentí a padres, salí a abrir la puerta, mi madre me vio y yo la vi a ella a contraluz, mi padre estaba pagando la grúa que los había traído a santiago, mi madre se acerca y me pregunta que me pasa, yo lloro y le digo que la Julia esta embarazada, ella me abraza con fuerza, mi padre nos mira cara de preocupación, mi madre lo mira y le hace un gesto de guata de embarazo, mi padre se acerca y nos abraza a los dos, después a mi, no recuerdo si me dijo algo o no, solo recuerdo su tremendo cariño. El de ambos.
Después dentro de la casa me preguntó que quería hacer, si quería tenerte o no?. Hasta ese momento, este debió ser uno de los momentos más importantes en mi vida, por lejos. Otro sería el día que naciste. Con la Julia seriamos padres. Con la Julia, mi amor de infancia. A nuestro tiernos 19 años.
Creí importante contarte esto, no había tenido el valor de decírtelo, por miedo seguro, por miedo a que sintieras que no te queríamos tener, que no te queríamos traer a este mundo, criarte, cuidarte, verte crecer. Por miedo a que tú sufrieras. Por evitar el sufrimiento. Si bien es cierto que fue una sorpresa, un cambio, no en el momento preciso, desde los primeros momentos te esperamos con ganas y amor, construimos cariño a tu alrededor, vivimos juntos, fuiste un centro, lo eres y verte grande hoy, sentir el tiempo, es raro.
Como es raro escribir por primera vez lo que paso ese día, escribírtelo a ti.
También es cierto que así fue ese día para mi, no de otra manera.
Y aun las imágenes de ti chica no se van por completo, siguen repitiéndose
domingo, septiembre 04, 2005
Ley una calle.
Te levantas
Miras la calle desde la ventana de tu departamento
El centro de Santiago
El ebrio
Las putas
Piensas que podrías estar en un lugar mejor.
A veces por la mañana todo es un poco más gris.
Caminas por Huérfanos angustiado
Contando las cuadras
La plaza de armas
La galería y un olor espeso como a cloro con cigarro
Pierdes la señal.
Una mañana más.
Miras la calle desde la ventana de tu departamento
El centro de Santiago
El ebrio
Las putas
Piensas que podrías estar en un lugar mejor.
A veces por la mañana todo es un poco más gris.
Caminas por Huérfanos angustiado
Contando las cuadras
La plaza de armas
La galería y un olor espeso como a cloro con cigarro
Pierdes la señal.
Una mañana más.
sábado, septiembre 03, 2005
Ley circular y quimica de la calle.
Ahora si que puedo verte
Después de tanto tiempo
Siento tu piel junto a la mía
Tu cara
Ese calor
Tus ojos vidriosos
Me miras como drogada
Y es la mañana
Es la lluvia fria de septiembre
Eres tu de nuevo
Después de tanto tiempo
Siento tu piel junto a la mía
Tu cara
Ese calor
Tus ojos vidriosos
Me miras como drogada
Y es la mañana
Es la lluvia fria de septiembre
Eres tu de nuevo
Ley de la calle, 2
Dos mujeres mayores se encuentran después de muchos años
La esposa
La amante
El hombre ya las dejo a las dos por una mujer mas joven
Poco a poco la tragedia se instala en la sala
La tragedia de sentir que la vida no valió nada
Que tu vida, fue parte de una mentira.
La certeza de que no hay vuelta atrás en el tiempo
Pequeñas drogas que engañan el alma
Esperando la muerte
Que parece ser el único lugar donde no se recuerda.
triste no?
La esposa
La amante
El hombre ya las dejo a las dos por una mujer mas joven
Poco a poco la tragedia se instala en la sala
La tragedia de sentir que la vida no valió nada
Que tu vida, fue parte de una mentira.
La certeza de que no hay vuelta atrás en el tiempo
Pequeñas drogas que engañan el alma
Esperando la muerte
Que parece ser el único lugar donde no se recuerda.
triste no?
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