lunes, mayo 09, 2005

Oda al asado con los amigos. Mas piropo. Mas versillo.

Creo que no hay nada mejor que un asado con los amigos al almuerzo un día sábado
El ritual habitual de las compras (a veces los rituales son agradables como que uno descansa en ellos), caminar por el supermercado, elegir la carne, el vino, la cerveza, la piscola, la ensalada, el carbón el fuego, la parrilla, el bluop de las botellas de vino al llenarse de oxigeno, la música, los niños, chocando con los muros, no cachando mucho otros, cachando mucho, nuestras esposas, nuestras esposas tan ellas, tan seguras en la cocina preparando peure y ensaladas de tomate con cebolla y eso que no somos parejas machistas, de esas que se dicen machistas, no señor. Afuera los hombres tomamos cerveza y damos vuelta los embutidos que es lo que se come primero y el pollo, que también conviene ponerlo con anticipación para que este bien cocido y conversamos de todo, contamos chistes, secretos, también hay silencios, son varios años amiguiando y no voy a dar la lata treintona, asi que ahí va la oda


Reunión de amigos eternos como las palmas de las manos
y sus rayas.
Cocina de nuestros antepasados, olorosa y caliente.
Eres salvaje como la carne asada con ensalada de tomates y cebollas
Rojo y blanco como bueno y malo en un encuentro de amantes,
Bañado en sangre.
Y el fuego,
El fuego que cuece, exprime, se extingue,
Acompañante alerta, que va y vuelve.

Asado.
Un día me matarás
Una vez por todas
Las que te he matado yo.

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