lunes, agosto 22, 2005

SDA o pérdida de la memória (capítulo 9)

Viene de SDA o pérdida de la memória (capitulo 8) publicado en www.lavidareciente.blogspot.com


La camilla paso por mi lado con un sonido metálico retorcido impresionantemente poco piola y salió con puerta y todo a una especie de patio cuyo fondo se perdía en la oscuridad, negro, apenas se alcanzaban a ver silueteados los troncos de algunos árboles, pero tras ellos nada. Claramente esta es mi oportunidad, el anillo tendra que esperar, ESAS RESPUESTAS TENDRÁN QUE ESPERAR.
Corrí sin pensarlo como alma que lleva el diablo por el patio de pasto y tierra malamente iluminado, podía sentir la respiración y la presencia de Elmias tras de mí, entré en la oscuridad, Elmias pronuncio un último grito y pareció detenerse. Seguí corriendo por la oscuridad casi total, por un momento pensé que había entrado en una especie de galpón porque el cielo era totalmente negro, pero de pronto una luz blanca lunática se dejo ver y apareció un cielo monocromático y contrastado como de comic, frente a mi un muro gigante como de unos dos metros, de ladrillo, con un último impulso llegue a la parte superior de la pandereta, al otro lado, una calle amarilla y mojada existía sola, sin personas, una luz me dio por completo encegueciéndome, salte o mas bien caí al otro lado, a la calle.

Veo a una mujer que me llama sentada desde una silla en un patio, junto a una mesa, al parecer tambaleo y caigo sentado, veo su cara sonriente, es una mujer hermosa mayor como ochentena, se acerca a mi y me toma en los brazos, sonríe, me habla sin decirme palabras, es un día de sol y doy vueltas en sus brazos con mi cabeza apuntando a su rostro que es como un imán, calido.

Estoy en un departamento pequeño y deteriorado, de cortinas hay unas frazadas grises con las puntas blancas, sobre una mesa de comedor de vidrio hay botellas de pisco y spryte un par de ceniceros negros cargados de cigarros, un hombre viejo y de poco pelo blanco aspira cocaína con un billete enrollado de un pequeño espejo que luego deja sobre la mesa, le habla con gran entusiasmo a una mujer que tiene al frente, ella es hermosa y su rostro me es familiar, me alegra verla pero me ignora, ambos me ignoran, ella toma el espejo, sonríe por algo, con una mano se saca el pelo del hombro, toma el billete y aspira lo que queda de coca, trato de hablar pero no me escucho, trato de moverme y no puedo, ella llora un poco y el hombre viejo le toma el hombro, veo en sus ojos unas ganas tremendas de lamer esa piel suave, veo como le mira los pechos escondidos apenas detrás de una polera sin mandas negra. Hace calor.

Flaco flaco! Viejo despierta, si te quedai aquí te van a colgar hueon levantate….

Abro los ojos y aun es de noche….me levanto apoyo mi mano sobre el húmedo muro, al fondo micros, están pasando micros amarillas….422

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